Alimentación en el embarazo,
¿qué puedes comer?
- IMC menor a 18.5: 12.5 a 18 kg.
- IMC entre 18.5 y 24.9: 11.5 a 14 kg.
- IMC entre 25 y 29.9: 12.5 a 18 kg.
- IMC mayor de 30: 6 a 8 kg.
¿Qué alimentos incluir?
Se recomienda consumir cinco porciones de frutas y verduras al día, siempre bien lavadas o cocinadas. Además, es ideal incorporar cereales integrales, legumbres, pescado, frutos secos y aceite de oliva, mientras se reducen las carnes rojas, alimentos procesados y aquellos altos en sodio y azúcares. El pescado azul, rico en Omega 3, es esencial y debe consumirse 3-4 veces por semana.
Nutrientes clave:
- Ácidos grasos Omega 3: cruciales para el desarrollo cerebral del bebé, presentes en el pescado azul y frutos secos.
- Proteínas: importantes para la formación de órganos, presentes en carne magra, mariscos y huevos.
- Hierro: esencial para la producción de glóbulos rojos, presente en carne y legumbres.
- Calcio: vital para la formación ósea, se encuentra en lácteos y verduras como el brócoli.
- Ácido fólico: necesario para el tubo neural, presente en verduras de hoja verde y cereales fortificados.
Revisiones de salud en su primer año:
claves para un desarrollo óptimo
Durante el primer año de vida, se programan revisiones periódicas de salud para valorar el crecimiento y desarrollo del bebé, así como prevenir o detectar posibles patologías. Estos controles, también llamados controles del niño sano, permiten hacer un seguimiento del desarrollo físico y psicomotor del bebé, administrar vacunas, asegurar una correcta alimentación y garantizar la seguridad en el hogar y escuela infantil.
En cada revisión se realiza una entrevista para recoger información relevante sobre el estado de salud, se evalúan los hitos del desarrollo y se efectúa una exploración física completa (peso, longitud y perímetro cefálico). También se revisan las técnicas aplicadas y se ofrecen consejos específicos para cada etapa.
Las pautas de revisión más comunes son a las 2 semanas, y a los 2, 4, 6, 9-10 y 12 meses de vida.
Cuidados posparto: señales de alerta y consejos para una recuperación saludable
Sangrado posparto: señales de alerta
Durante los primeros tres o cuatro días posparto, el sangrado suele ser abundante y de color rojo brillante. A partir del cuarto día, debe disminuir, volviéndose menos intenso y cambiando a un tono marrón rosáceo, hasta llegar a ser un flujo amarillento. Si después de cuatro días el sangrado sigue siendo intenso, o necesitas cambiar la compresa cada media hora, podría haber restos de placenta o membranas amnióticas que impidan la contracción del útero. En este caso, es importante consultar con el médico.
Otro signo de alerta es si el sangrado vuelve de manera abundante después de varios días de haber disminuido, lo que puede ocurrir si la madre ha retomado sus actividades físicas. Reducir el ritmo puede ayudar a que el sangrado cese.
Cuidados del periné
En caso de desgarro o episiotomía, es importante no sentarse para evitar presión en el periné, manteniendo la zona seca con compresas de algodón que permitan la transpiración. Aplicar hielo o compresas frías con infusión de cola de caballo y tomillo ayuda a reducir la inflamación. Es fundamental mantener la zona limpia y seca, y si hay mucho dolor, se puede tomar un antiinflamatorio. En caso de hinchazón, enrojecimiento o mal olor, es necesario consultar con el médico. A las 6-8 semanas, se recomienda una revisión con un fisioterapeuta del suelo pélvico.
Cuidados tras una cesárea
La cesárea es una cirugía mayor, por lo que la mamá necesita reposo. Es crucial mantener la herida limpia y seca, evitar presión abdominal al moverse, y usar la analgesia adecuada. Después de 4-8 semanas, se recomienda masaje y fisioterapia para tratar la cicatriz y trabajar el suelo pélvico.
Pérdidas de orina
No es normal que haya pérdidas de orina continuas después del parto, ya que indican una disfunción del suelo pélvico. Si esto ocurre, se debe realizar una revisión con un fisioterapeuta especializado para evaluar el estado del suelo pélvico y del abdomen.
*EUCERIN® by MI BEBÉ Y YO*
PIEL SANA E HIDRATADA
para toda la familia
Una piel sana es la principal barrera protectora contra los agentes externos que pudieran dañarla. Durante el embarazo y en el caso de los bebés, hay que prestar mayor atención a su cuidado. Para ello, te presentamos la línea pH5 de Eucerin®, que con sus propiedades e ingredientes es ideal para pieles secas y sensibles.
La piel del bebé, al ser un 20% y 30% más delgada que la de un adulto, es más propensa a rozaduras, dermatitis y otros trastornos. Además, tiende a resecarse con mayor facilidad.
Para mantener la piel de tu peque hidratada durante más tiempo, utiliza la Crema Intensiva Corporal pH5, enriquecida con un 5% de Dexpantenol, que ayuda a hidratar naturalmente la piel, proporcionándole un confort inmediato.
En el embarazo
La piel sufre diversas alteraciones debido a los cambios físicos y hormonales, entre los que destacan:
- Oscurecimiento en zonas como el ombligo, las axilas, la entrepierna o el abdomen.
- Paño o melasma, que se caracteriza por una pigmentación café en la zona central de la cara.
- Comezón en el abdomen, la zona genital y perianal.
- Sarpullido a causa de la sudoración excesiva.
- Las famosas y odiadas estrías.
Si bien el embarazo es una etapa de muchas modificaciones en la piel, lo mejor que puedes hacer para cuidarla y protegerla es utilizar diariamente la loción hidratante pH5 de Eucerin®, que, además de proporcionar hidratación y humectación prolongada, su exclusivo sistema Eucerin pH5 Balance restablece el nivel óptimo de pH de la piel y refuerza sus defensas naturales, haciéndola más resistente a los factores ambientales y reduciendo su sensibilidad. Así, los síntomas del embarazo que afecten directamente a tu piel serán más llevaderos.
No más pieles secas
Se ha demostrado clínica y dermatológicamente que los productos de la línea pH5 de Eucerin® son ideales para el uso diario en piel seca, sensible y propensa a alergias. Protegen la piel de la sequedad, favorecen una hidratación duradera y la dejan suave y tersa.
Video:
La fontanela del bebé
5 tips para decirle adiós al reflujo durante el embarazo
1. Come en porciones pequeñas y frecuentes: Evita comidas grandes y pesadas, opta por porciones más pequeñas a lo largo del día para reducir la presión en el estómago.
2. Evita acostarte justo después de comer: Espera al menos 2-3 horas después de una comida antes de recostarte para permitir una mejor digestión.
3. Eleva la cabecera de la cama: Dormir con la parte superior del cuerpo ligeramente elevada puede ayudar a prevenir el reflujo durante la noche.
4. Reduce alimentos desencadenantes: Limita el consumo de alimentos picantes, grasosos, cítricos, chocolates y bebidas con cafeína, que suelen agravar el reflujo.
5. Mastica despacio y bien: Tomarte tu tiempo al comer y masticar bien los alimentos facilita la digestión y reduce el riesgo de acidez.
Guía práctica de masaje infantil: relajación y cuidado para tu bebé
Si deseas aprender más sobre los movimientos de masaje, te recomendamos consultar a una educadora certificada en masaje infantil. A continuación, te damos algunos consejos para realizar un masaje relajante a tu bebé.
Piernas y pies
Es recomendable comenzar por las piernas. Sujeta el pie del bebé con una mano, mientras deslizas la otra desde la cadera hasta el tobillo, aplicando una presión suave y agradable. Este tipo de masaje se conoce como Shantala o vaciado hindú. Luego, con el pulgar, presiona ligeramente la planta del pie, desde el talón hasta los dedos. Usa tus pulgares para hacer pequeños círculos sobre el tobillo y comprime suavemente cada dedo. Puedes acompañar los movimientos con sonidos para que sea más divertido.
Pancita
La pancita debe ser masajeada de forma delicada, siempre observando las señales del bebé para asegurarte de que le guste. Si el bebé tiene cólicos o dificultad para expulsar gases, el masaje debe realizarse en el sentido de las agujas del reloj (si la mamá está frente al bebé), siguiendo el trayecto natural del intestino. Si el bebé sufre de diarrea, el masaje se debe hacer en sentido contrario a las agujas del reloj.
Espalda
Si al bebé no le gusta estar boca abajo, puedes acariciar su espalda estando de lado. Evita presionar directamente la columna vertebral. La técnica del “peine”, donde pasas los dedos separados suavemente desde la cabeza hasta las piernas, es ideal. Este tipo de masaje relaja al bebé y puede ayudarlo a dormir. Si el bebé se duerme boca abajo, es importante girarlo suavemente hacia su espalda para cumplir con las directrices de prevención del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL).
Cara
Para el rostro, no es necesario utilizar aceite o, en su caso, solo una mínima cantidad. Masajea suavemente alrededor de la boca, dibujando una “sonrisa de payaso”, lo cual puede activar el reflejo de succión. Si el bebé tiene hambre, será necesario alimentarlo antes de continuar. Desliza tus pulgares desde la parte superior de la nariz hacia abajo para estimular la circulación. Masajea también detrás de las orejas, ya que esta zona ayuda a aumentar la energía y concentración, según la acupuntura china. Acaricia suavemente el pabellón auditivo de arriba hacia abajo.
Video: El sueño inquieto del bebé
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